Consumo de ansiolíticos ha aumentado tras el terremoto

Tras lo vivido en los últimos días, no es de extrañar que muchas personas estén pasando por un momento de estrés y que recurran a estos medicamentos.

Desde el pasado 27 de febrero, los especialistas detectan un notorio aumento en el consumo de ansiolíticos como el Diazepam, Alprazolam y Clonazepam. Aunque su consumo moderado y acotado no es perjudicial en sí, en especial en situaciones como las que estamos viviendo, los especialistas advierten que debe ser consumido bajo estricto control médico.

Esto significa usarlo algunas semanas y después suspenderlo: “Cada ansiolítico tiene dosis promedio de uso que hay que respetar y, si se requiere una mayor cantidad, hay que hacer una evaluación más exhaustiva”, explica el doctor Carlos Cruz, académico de la Faculta de Medicina de la Universidad Andrés Bello. Por lo mismo, advierte, ninguna persona está capacitada para automedicarse con tipo de drogas.

A pesar de esto, el psiquiatra reconoce que es muy probable que el consumo de ansiolíticos en el periodo post terremoto tenga un aumento de entre el 30 y 40 por ciento. Estos medicamentos requieren de una prescripción médica. Sin embargo, en este período de crisis, muchos han recurrido al mercado negro para adquirir estos fármacos, incluso a un mayor precio.

USO SIN RECETA
Pero su uso indiscriminado tiene consecuencias: “Todo ansiolítico debe ser indicado por un médico. Es el quién determina la real necesidad de su uso y evaluará físicamente al paciente para descartar la presencia de otras patologías que puedan complicarse por el uso de este tipo de fármacos”, advierte Fernando Torres, químico farmacéutico de la misma casa de estudios. También es importante evaluar, complementa el experto, la presencia de reacciones adversas y contraindicaciones.

En caso de que el paciente esté muy ansioso, asustado, alterado, irritable, con alteraciones del sueño o con cualquier síntoma producto del estrés que causan estas situaciones traumáticas como la que hemos vivido, se debe acudir a un médico general o especialista (psiquiatra) para que el profesional prescriba el medicamento más adecuado para su estado.

También es posible optar por otras terapias alternativas que ayuden al bienestar de la persona. Los especialistas de la Unab recomiendan realizar algún deporte, aromaterapia, reiki o consultar al químico farmacéutico para que le recomiende algún producto natural (de libre venta) en base a hierbas medicinales (elaborados en base a extractos de valeriana, pasiflora, melissa, canela, romero, esencia de limón) que ayuden a mejorar las alteraciones del sueño o estado del ánimo.

FUENTE: http://latercera.com/contenido/659_235353_9.shtml

Ansiolíticos: un problema contingente

Sin duda la creación de medicamentos que controlen y combatan enfermedades y malestares de los seres humanos han mejorado la calidad de nuestras vidas, sin embargo hemos adoptado una actitud irresponsable frente a ellos, esto se da en gran medida al poco conocimiento de sus efectos, conocemos o creemos conocer sus beneficios pero poco o nada sabemos de las consecuencias del abuso de ellos durante un periodo prolongado de tiempo, tanto porque no nos informamos como porque los mismo profesionales de la salud a veces no nos advierten sobre estas consecuencias cuando nos recomiendan el uso de los medicamentos.

Un caso específico, muy significativo en estos días, es el uso abusivo de ansiolíticos. Los ansiolíticos son fármacos que disminuyen la ansiedad sin producir sueño o sedación en dosis bajas; en dosis altas puede producir además de sedación y somnolencia, deterioro de las funciones mentales y motoras, disminución de la atención, capacidad de concentración y de decisión como también amnesia retrograda. Los primeros en utilizarse fueron los barbitúricos, luego el meprobanato y finalmente las benzodiacepinas, que son las más utilizadas actualmente debido a que estas producen un menor número de efectos secundarios, pero sí son altamente adictivas, y este es el aspecto que más nos preocupa del uso desinformado y abusivo de éstos.

Los ansiolíticos son depresores del sistema nervioso central y son utilizados para: trastornos fóbicos, de pánico, estrés post traumático, trastornos, convulsivos, síndromes de abstinencia producidos por alcohol y barbitúrico, para crisis de insomnio, pero fundamentalmente para la ansiedad.

El uso de estos fármacos debe realizarse con sumo cuidado ya que su consumo prolongado puede generar adicción. Estos remedios pueden llegar a generar dependencia tanto física como psicológica y a su vez producir en el individuo el síndrome de abstinencia, al igual que en el alcohol. Poder superar las adicciones de ansiolíticos es de suma complejidad tomando mucho tiempo la recuperación de las personas ya que hay que ir disminuyendo las dosis de a poco. Por esto que cuando llegan individuos con síndrome de abstinencia grave a causa de los ansiolíticos la única manera de lograr una mejoría es suministrado pequeñas cantidades de este ya que disminuciones drásticas del medicamento empeoran la situación pudiendo incluso causar la muerte.


Teniendo en cuenta los riesgos que conlleva el consumo de ansiolíticos de manera abusiva, o sin control de un profesional, nos vemos obligados a poner el contexto el problema, para demostrar que efectivamente es un fenómeno recurrente en Chile. Un estudio publicado por la Revista Chilena de Neuro-psiquiatría, (Vol.47 n.2 Santiago jun. 2009), en el que se midió por género al universo de consumidores de benzodiazepinas, arrojó que cada vez son más las mujeres que consumen fármacos para controlar la ansiedad y mejorar la calidad del sueño. Según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, Chile es el cuarto país en Sudamérica con mayor consumo per cápita de Clonazepam, el ansiolítico más utilizado hoy en día.
En 1988 el 66% de quienes consumían estos medicamentos eran mujeres y el 34% hombres, la cifra se elevó hasta el 73% en 2003 y se elevó en un 71% en 2007, contra un 29% en los hombres Es por lo dicho anteriormente que nos hemos focalizado en el consumo de ansiolíticos, específicamente después de pasado 27 de febrero en que nuestro país sufrió una catástrofe natural de gran envergadura.
De este modo sabemos que la adicción de ansiolíticos es un hecho, que ha sido muy estudiado. Sin embargo hoy nos encontramos con una explosión en el uso de ansiolíticos, dado que el consumo de estos medicamentos aumentó en un 40%, luego del terremoto del 27 de Febrero del presente año, información brindada por la Facultad de Medicina de la Universidad Andrés Bello después de este episodio. Este aumento de consumo contrae el peligro de que muchas de estas personas que están tomando ansiolíticos, sean potenciales adictos al producto. Esto porque conocemos el poder adicitivo de estas sustancias, y además podemos especular que la mayoría de la gente que ha pasado a consumir estos medicamentos no lo han hecho por la vía correcta, es decir, siendo informados y controlados por un profesional. Si no que, dado el contexto de emergencia, se puede asumir que la demanda de psiquiatras no da a basto, así como también muchas de las personas más afectadas no pueden acceder a consultas para tratar el problema debidamente. Es probable que dado que la ansiedad y el nerviosismo, sumado a la presión de haber perdido parte de su hogar o pertenencias, sean situaciones generalizadas, por lo que se haya pasado la voz entre los afectados de la efectividad del uso de ansiolíticos.

Dada esta situación es que hemos considerado como objetivo general de nuestro trabajo realizar un estudio de las personas afectadas directamente por el terremoto, para tener una mejor compresión del fenómeno recién comentado. En este sentido se ha decidido realizar una encuesta dirigida a los propietarios del edificio Emerald, de la inmobiliaria Paz, ubicado en Avenida Irarrázaval 2931, comuna de Ñuñoa, el cual sufre una seria inclinación en la zona del subterráneo. La encuesta busca obtener información del consumo de ansiolíticos de los residentes del edificio.

Los propietarios se han visto en la obligación de desalojar sus viviendas y tras una reunión en la municipalidad, y una inspección a la estructura, los habitantes iniciaron el retiro de sus pertenencias el día 2 de Marzo del presente año. Debido a la presión bajo la que han estado los ex habitantes de este edificio hemos de suponer que en ellos se refleja esta problemática típica del país, que es el consumo abusivo de ansiolíticos post terremoto.
De hecho, este grupo de personas son precisamente el tipo de individuos expuestos a una presión enorme, dado que no es sólo el temor generado por el terremoto, que es una situación generalizada en el país, sino que también están presionados porque sienten que han perdido parte de su patrimonio en la medida en que aun están pagando sus departamentos, y no han recibido ninguna respuesta definitiva sobre su situación habitacional. Consideramos que la condición de este grupo de personas refleja una realidad a la que los santiaguinos estamos algo ajenos, y se acerca más a los problemas de muchas ciudades y localidades del sur del país que han vivido esta situación de forma más severa, y donde los niveles de ansiedad y nerviosismo son mucho mayores.


Por otro lado, hemos considerado como objetivo específico trabajar haciendo “educación” sobre los ansiolíticos, su consumo responsable y también sus riesgos. Ésta estaría dirigida a estudiantes de Educación Superior, específicamente de la Universidad de Chile, del Campus Antumapu, Facultad de Ciencias Sociales, Odontología y Ciencias Químicas y Farmacéuticas. Además, se incorporarán a los alumnos que utilicen U‐Cursos. Dada la información recabada, se dará un énfasis en el consumo femenino de ansiolíticos, pues como se vio esta es la situación más problemática, ya que en el tiempo su consumo ha aumentado sostenidamente.

La educación a los estudiantes se pretende mediante una campaña de concientización sobre los riesgos del uso abusivo de ansiolíticos. Se considera realizar afiches, trípticos, foros, envió de mails masivos y creación de foros en la página UCursos.
Se ha considerado a los alumnos de la Universidad de Chile, ya que es el contexto más cercano a nosotros, al que consideramos que podemos llegar de mejor manera puesto que, como conocemos mejor el agente al que nos dirigiremos, podemos formular estrategias más efectivas.

En la medida en que se lleve a cabo este objetivo, veremos si es posible informar a una mayor población mediante el uso de afiches en consultorios, que es en dónde se les informa a las personas, en general, las ventajas y riesgos de usar estos medicamentos. La idea es reforzar la prevención en torno al consumo abusivo de ansiolíticos, y también promover alternativas a estos mismos como lo son “ansiolíticos naturales”, tales como las flores de Bach o la pasiflora, que también se han usado en poblados donde la situación del terremoto fue especialmente compleja, don muy buenos resultados.

Nos fijamos en los consultorios, puesto que es aquí en donde nace parte del problema, ya que como nuestro país no brinda una atención médica completa y eficaz, lo que se debe en parte al poco personal de expertos para la atención masiva de pacientes con problemas psicológicos o psiquiátricos, lo que finalmente provoque que el control de estos se vea prolongado por mucho tiempo entre una y otra sesión, bajo receta de ansiolíticos lo que produce una dependencia de estos.

Con los dos objetivos específicos propuestos queremos atacar dos frentes importantes referentes al problema de los ansiolíticos y el uso abusivos de ellos: tanto el problema que se ha ido dando en el tiempo, de su consumo creciente en el país, especialmente en mujeres; como también el uso explosivo que se está haciendo de estos por la situación generada por el terremoto, en la que consideramos que hay potenciales adictos. De este modo se postulan dos objetivos:
Objetivo General: determinar la tasa de consumo de ansiolíticos entre los propietarios del edificio Emerald
Objetivo Específico: informar acerca del uso de ansiolíticos a los estudiantes de la universidad de Chile


Bibliografía

• Fuentealba R; Cumsille F; Araneda J; Araneda, J; Molina, C (2000): Consumo de drogas lícitas e ilícitas en Chile: resultados del estudio de 1998 y comparación con los estudios de 1994 y 1996. Revista Panamericana de Salud Pública. Vol. 7(2) Febrero, 2000. Disponible Aquí (onda pa ver como antes se usaban los ansiolitcos o revisar si estan)
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• NIDA (2001): Principios de tratamiento para la drogadicción: una guía basada en investigaciones. NIH Publicación No. 01-4180(S), Julio. Disponible Aquí (pa ver si nos da algun indicio de cómo tratar el uso de ansioliticos)
• Olivera V Mauricio. Dependencia a benzodiazepinas en un centro de atención primaria de salud: Magnitud del problema y orientaciones para el manejo integral. Rev. chil. neuro-psiquiatr. [revista en la Internet]. 2009 Jun [citado 2010 Mayo 28] ; 47(2): 132-137. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-92272009000200005&lng=es. doi: 10.4067/S0717-92272009000200005.